jueves, 2 de julio de 2015

EL MISTERIO DEL CERRO CENTINELA

Este misterioso cerro está situado estratégicamente a un extremo de la desembocadura del rio de Huaura. Entre las caletas de Carquin y Vegueta, frente al mar. Tiene la forma de un pan de azúcar y en la cumbre una maseta que sirve de mirador, a su costado, dos cerritos y frente al cerro, internándose en el mar, escarpadas cimas semejantes a gigantescos murallones.

El nombre de centinela le viene “porque en el tiempo de los piratas amenazando Huaura, se apostaba en el cerro un grupo de centinelas, Aprovechando la altura oteaban el horizonte, en busca de verlos sospechosos”. Se dice, que cuando San Martin avanzaba con sus tropas sobre Huaura, encerrando la villa, como una tenaza desde Huacho y Vegueta, los “Chapetones” dejaron enterrados sus fortunas en la costa barco alguno que lo llevara fuera del país. El bloqueo no dejo acercarse a ninguna embarcación.

La tradición mantenía en Huaura decía que “en las cuevas que existían en este cerro, al borde del mar, estaba la entrada de un túnel hecho por los Españoles. Comunicaba con una iglesia de Huaura. Hasta aseguraban haber visto escaleras y rejas de fierro cerrando la entrada.
Pescadores de Carquin y Vegueta afirma haber visto más de una vez un Velero ardiendo frente al centinela. Un lugareño, de madrugada, entre la brisa marina, vio un barco todo iluminado avanzar estrellándose contra los acantilados, desapareciendo luego entre la neblina.


Don Sebastián Hupaya minero y buscador de tesoros, afirmaba  “De lo alto del cerro Ruquizuela nombre que los naturales dan a  Centinela, Cuando el agua está en bonanza y toda cristalina, de lo alto del mirador se ve una soga dorada que va de los murallones hasta la cueva la cual aparece brillante”. En el exterior sur de la bahía de carquin hay una saliente de roca, desde la que los pinteros y pescadores de coronel han visto ciertas veces a las doce del día, cuando el sol deslumbre, un soldado español montado a caballo en la cumbre. “Estas cosas los ven los que tienen ojos para ver” afirma Don Sebastián Huapaya .

Cerro Centinela 

Playa Centinela

10:36 a.m. Jadhira Oyola Bardales
EL MISTERIO DEL CERRO CENTINELA

Este misterioso cerro está situado estratégicamente a un extremo de la desembocadura del rio de Huaura. Entre las caletas de Carquin y Vegueta, frente al mar. Tiene la forma de un pan de azúcar y en la cumbre una maseta que sirve de mirador, a su costado, dos cerritos y frente al cerro, internándose en el mar, escarpadas cimas semejantes a gigantescos murallones.

El nombre de centinela le viene “porque en el tiempo de los piratas amenazando Huaura, se apostaba en el cerro un grupo de centinelas, Aprovechando la altura oteaban el horizonte, en busca de verlos sospechosos”. Se dice, que cuando San Martin avanzaba con sus tropas sobre Huaura, encerrando la villa, como una tenaza desde Huacho y Vegueta, los “Chapetones” dejaron enterrados sus fortunas en la costa barco alguno que lo llevara fuera del país. El bloqueo no dejo acercarse a ninguna embarcación.

La tradición mantenía en Huaura decía que “en las cuevas que existían en este cerro, al borde del mar, estaba la entrada de un túnel hecho por los Españoles. Comunicaba con una iglesia de Huaura. Hasta aseguraban haber visto escaleras y rejas de fierro cerrando la entrada.
Pescadores de Carquin y Vegueta afirma haber visto más de una vez un Velero ardiendo frente al centinela. Un lugareño, de madrugada, entre la brisa marina, vio un barco todo iluminado avanzar estrellándose contra los acantilados, desapareciendo luego entre la neblina.


Don Sebastián Hupaya minero y buscador de tesoros, afirmaba  “De lo alto del cerro Ruquizuela nombre que los naturales dan a  Centinela, Cuando el agua está en bonanza y toda cristalina, de lo alto del mirador se ve una soga dorada que va de los murallones hasta la cueva la cual aparece brillante”. En el exterior sur de la bahía de carquin hay una saliente de roca, desde la que los pinteros y pescadores de coronel han visto ciertas veces a las doce del día, cuando el sol deslumbre, un soldado español montado a caballo en la cumbre. “Estas cosas los ven los que tienen ojos para ver” afirma Don Sebastián Huapaya .

Cerro Centinela 

Playa Centinela

miércoles, 1 de julio de 2015

8:33 p.m. Unknown
En Busca de Un tesoro Colonial


En la Villa Carrión de Velasco dos muchachos traviesos Pablo y Gerardo eran hijos de Publio , herrero de Huaura cuya casa taller colindaba con el templo de San Francisco, joya colonial en el estado de abandono.

En el se tejían leyendas como túneles y tesoros escondidos; Pedro contó que cierta vez un desconocido merodeaba por los alrededores del templo en forma sospechosa . Una noche lo vieron ingresar en forma fortuita .Los germanos treparon a lo alto de la bóveda y de allí observaron al que había entrado. El hombre sacando de un derrotero empozo a marcar el piso , tomando como al punto de partida al Altar mayor . Midió unos pasos al norte y luego al este haciendo sonar la losa con una baqueta.
Esto intrigo a los muchachos , quienes tomaron piedrecillas del techo y cada vez que el hombre daba un golpe comenzaron a lanzarlas por detrás del altar mayor.Al rodear chirriando por entre la reseca madera, las piedrecillas producían unos ruidos lúgubres . La soledad del templo las velas encendidas oscilando al viento, que apenas alumbraban, llenaron al terror al buscador de tesoro. El hombre miró a todas direcciones y al estar nuevamente todos en silencio volvió a medir. Disponiéndose a dar un certero golpe con la baqueta cuando sonó otro vez el chirrido lúgubre ; paralizado trato de ubicarse de donde venia el golpe , miro por todas partes hasta que el sonido ceso nuevamente levantando la baqueta y lanzo un fuerte golpe un fuerte golpe en el piso.Al instante sintió un quejido que venia del altar mayor.Despavorido abandono el lugar . Tiempo después, al comprobar que el desconocido que buscaba el tesoro no regreso, dicidieron explorar el templo por su cuenta. Empezaron a cavar donde el desconocido lo había marcado . Al comprobar que sonaba a hueco levantaron cuidadosamente los losetas encontraron un segundo piso. A un metro de profundidad dieron con una capilla de ladrillo, aquí esta el tesoro pensaron los muchachos, dentro había un cofre con un fuerte candado y ya caía la noche. Suspendieron todo hasta el día siguiente , no pudieron dormir con solo pensar que había adentro del cofre . Preguntaron a un viejo como era para sacar el tesoro y les dijo que el alma de la persona que había enterrado el tesoro lo custodiaba, si llevaban ambición el lo cambia de lugar o lo transforma en lo contrario de lo que deseas , busquen la legaña del perro negro y ponganselo en los ojos, lleven una cajetilla de cigarro y unas botellas de ron , dejenlo a un lado del paso y el anima vera que son buena gente y les dejara llevarselo. Para prevenir del antimonio lleven un cuchillo de plata , un pañuelo de seda y un animal para que absorba el gas,también maten al animal pero si es chico no hay necesidad que morirá con el gas. 
Al día siguiente sin conseguir el cuchillo de plata , ni el pañuelo de seda llevaron un gato que maullaba lastimosamente con un pañuelo empapado de vinagre . Ingresaron a la iglesia pusieron el candil encima del baúl de calicanto. A distancia con las pinzas y a la fuerza de palancas, comenzaron a forzar el candado. La emoción conforme avanza el trabajo , iba en aumento siendo mayor que cuando salto el viejo candado . Transpirando se secaban con toallas y una vieja frasada , dejando al descubierto el ansiado cofre , con un largo gancho lo jalaron , mientras Pedro levantaba la tapa a distancia, Genaro había la boca del costal para que escapara el gato , al caer esta con fuerza hacia atrás levanto una nube de polvo amarillo, aturdiendo a los muchachos.El gato al salir disparado se do con el polvo que lo aturdió y freno encontrándose cara a cara con una calavera.
Volteando para escapar para otro lado confundió a los muchachos arropados como fantasmas , haciendo arabesco en el aire,se habré caminando maullando de terror. Al suspenso se agrego la oscuridad al apagarse el candil y los traviesos muchachos salieron disparados del templo detrás del gato. El baúl de Caricanto era una tumba, el cofre cofre una pequeña casa con escudo de la condesa Monte Blanco, con una criatura vestida de color celeste.


Iglesia de San Francisco 



8:28 p.m. Unknown
En Busca de Un tesoro Colonial


En la Villa Carrión de Velasco dos muchachos traviesos Pablo y Gerardo eran hijos de Publio , herrero de Huaura cuya casa taller colindaba con el templo de San Francisco, joya colonial en el estado de abandono.

En el se tejían leyendas como túneles y tesoros escondidos; Pedro contó que cierta vez un desconocido merodeaba por los alrededores del templo en forma sospechosa . Una noche lo vieron ingresar en forma fortuita .Los germanos treparon a lo alto de la bóveda y de allí observaron al que había entrado. El hombre sacando de un derrotero empozo a marcar el piso , tomando como al punto de partida al Altar mayor . Midió unos pasos al norte y luego al este haciendo sonar la losa con una baqueta.
Esto intrigo a los muchachos , quienes tomaron piedrecillas del techo y cada vez que el hombre daba un golpe comenzaron a lanzarlas por detrás del altar mayor.Al rodear chirriando por entre la reseca madera, las piedrecillas producían unos ruidos lúgubres . La soledad del templo las velas encendidas oscilando al viento, que apenas alumbraban, llenaron al terror al buscador de tesoro. El hombre miró a todas direcciones y al estar nuevamente todos en silencio volvió a medir. Disponiéndose a dar un certero golpe con la baqueta cuando sonó otro vez el chirrido lúgubre ; paralizado trato de ubicarse de donde venia el golpe , miro por todas partes hasta que el sonido ceso nuevamente levantando la baqueta y lanzo un fuerte golpe un fuerte golpe en el piso.Al instante sintió un quejido que venia del altar mayor.Despavorido abandono el lugar . Tiempo después, al comprobar que el desconocido que buscaba el tesoro no regreso, dicidieron explorar el templo por su cuenta. Empezaron a cavar donde el desconocido lo había marcado . Al comprobar que sonaba a hueco levantaron cuidadosamente los losetas encontraron un segundo piso. A un metro de profundidad dieron con una capilla de ladrillo, aquí esta el tesoro pensaron los muchachos, dentro había un cofre con un fuerte candado y ya caía la noche. Suspendieron todo hasta el día siguiente , no pudieron dormir con solo pensar que había adentro del cofre . Preguntaron a un viejo como era para sacar el tesoro y les dijo que el alma de la persona que había enterrado el tesoro lo custodiaba, si llevaban ambición el lo cambia de lugar o lo transforma en lo contrario de lo que deseas , busquen la legaña del perro negro y ponganselo en los ojos, lleven una cajetilla de cigarro y unas botellas de ron , dejenlo a un lado del paso y el anima vera que son buena gente y les dejara llevarselo. Para prevenir del antimonio lleven un cuchillo de plata , un pañuelo de seda y un animal para que absorba el gas,también maten al animal pero si es chico no hay necesidad que morirá con el gas. 
Al día siguiente sin conseguir el cuchillo de plata , ni el pañuelo de seda llevaron un gato que maullaba lastimosamente con un pañuelo empapado de vinagre . Ingresaron a la iglesia pusieron el candil encima del baúl de calicanto. A distancia con las pinzas y a la fuerza de palancas, comenzaron a forzar el candado. La emoción conforme avanza el trabajo , iba en aumento siendo mayor que cuando salto el viejo candado . Transpirando se secaban con toallas y una vieja frasada , dejando al descubierto el ansiado cofre , con un largo gancho lo jalaron , mientras Pedro levantaba la tapa a distancia, Genaro había la boca del costal para que escapara el gato , al caer esta con fuerza hacia atrás levanto una nube de polvo amarillo, aturdiendo a los muchachos.El gato al salir disparado se do con el polvo que lo aturdió y freno encontrándose cara a cara con una calavera.
Volteando para escapar para otro lado confundió a los muchachos arropados como fantasmas , haciendo arabesco en el aire,se habré caminando maullando de terror. Al suspenso se agrego la oscuridad al apagarse el candil y los traviesos muchachos salieron disparados del templo detrás del gato. El baúl de Caricanto era una tumba, el cofre cofre una pequeña casa con escudo de la condesa Monte Blanco, con una criatura vestida de color celeste.


Iglesia de San Francisco 





La noticia que aún existen tesoros fabulosos del tiempo de la colonia ocultos en bóvedas de un túnel de 50km. dejado por los españoles en Huaura, hay quienes dicen conocer en plano donde está oculto el tesoro, este indica que hay cuatro bóvedas llenas de monedas antiguas de oro joyas de valor incalculable. Al llegar al escondite de las joyas puede traer consigo la muerte si no toman las medidas correspondientes. Unos metros antes de llegar a las bóvedas, hay un disimulado perfectamente y en el fondo a más de 7 metros de altura y el piso está cubierto con púas enormes, donde la muerte seria horrible. El plano también indica que hay otros lugares menos peligrosos, pero que pueden ser mortales si no se tiene cuidado. Se dice que un español llamado Manuel Tarazona, con un sacerdote estuvo a punto de descubrir el tesoro, pero la codicia demostraba por uno de ellos desbarato el proyecto. Disolviéndose el grupo inmediatamente. El español Tarazona que había traído el plano dejo una copia y volvió a su tierra, en el gobierno se Sánchez Cerro también dispuso que se dinamitara una de las entradas al túnel para poner al descubierto los tesoros. Pero en poco tiempo desistió del proyecto y lo abandono, esto sucedió en 1930.
El túnel que guarda en su corazón los tesoros virreinales, se encuentra en la cuidad de Huaura y se conoce varios edificios que antes fueron templos y residencias de nobles adinerados y sacerdotes, algunos manifiestan que el túnel nace en hacienda de Quipico y llega a la iglesia de Vilca Huaura el túnel se bifurca por un pasillo que llega a los bajos del trapiche de la hacienda azucarera de Ingenio. Se dice que allí bajo el suelo los españoles tenían una fundición de oro. El pastillo se prolonga por un laberinto hasta la iglesia de Ingenio y San Francisco. En el tramo de entre estos dos existen varios tragaluces pintados con una sustancia fosforescente, dando una luminosidad como si fuese de día el ambiente.





6:27 p.m. Unknown


La noticia que aún existen tesoros fabulosos del tiempo de la colonia ocultos en bóvedas de un túnel de 50km. dejado por los españoles en Huaura, hay quienes dicen conocer en plano donde está oculto el tesoro, este indica que hay cuatro bóvedas llenas de monedas antiguas de oro joyas de valor incalculable. Al llegar al escondite de las joyas puede traer consigo la muerte si no toman las medidas correspondientes. Unos metros antes de llegar a las bóvedas, hay un disimulado perfectamente y en el fondo a más de 7 metros de altura y el piso está cubierto con púas enormes, donde la muerte seria horrible. El plano también indica que hay otros lugares menos peligrosos, pero que pueden ser mortales si no se tiene cuidado. Se dice que un español llamado Manuel Tarazona, con un sacerdote estuvo a punto de descubrir el tesoro, pero la codicia demostraba por uno de ellos desbarato el proyecto. Disolviéndose el grupo inmediatamente. El español Tarazona que había traído el plano dejo una copia y volvió a su tierra, en el gobierno se Sánchez Cerro también dispuso que se dinamitara una de las entradas al túnel para poner al descubierto los tesoros. Pero en poco tiempo desistió del proyecto y lo abandono, esto sucedió en 1930.
El túnel que guarda en su corazón los tesoros virreinales, se encuentra en la cuidad de Huaura y se conoce varios edificios que antes fueron templos y residencias de nobles adinerados y sacerdotes, algunos manifiestan que el túnel nace en hacienda de Quipico y llega a la iglesia de Vilca Huaura el túnel se bifurca por un pasillo que llega a los bajos del trapiche de la hacienda azucarera de Ingenio. Se dice que allí bajo el suelo los españoles tenían una fundición de oro. El pastillo se prolonga por un laberinto hasta la iglesia de Ingenio y San Francisco. En el tramo de entre estos dos existen varios tragaluces pintados con una sustancia fosforescente, dando una luminosidad como si fuese de día el ambiente.